Aviso: Esta reseña es spoiler-free. Se puede leer sin riesgo de que desvele aspecto alguno de la trama. Agradecería que en los comentarios se hiciera lo mismo en consideración a quienes no han visto aun el episodio.
Se que en realidad no digo gran cosa, pero algo tenia que decir. Creedme, me he callado muchísimas cosas. Y no ha sido fácil. No estoy acostumbrado a hacer comentarios tan libres de spoilers, así que si me ponéis verde, lo entenderé. Sin más…
Bien… ¿por donde empiezo? Dicho en breve: Este inicio de temporada es mucho, mucho mejor que el de la temporada anterior. Tiene más de todo y más mejor. Una historia que he disfrutado como pocas veces he disfrutado las aventuras del Doctor. Escribe Steven “Behinder” Moffat. Y no diré que es una garantía. Digo que cumple las esperanzas de quienes gustan de lo que sale de su teclado.
¿Y que tiene este capitulo? Empieza fuerte y sigue inyectándose esteroides hasta reventar. Este conejo no se sentía así desde hace mucho tiempo. Misterio, tensión, dialogos, planos memorables, (en serio, hay planos en este capítulo que uno desearía haber rodado en persona). ¿Personajes? Bien, no revelo nada si digo que son buenos. Cada uno en su papel. Y… hay uno en concreto que hay que verlo para creerlo.
¿Qué sensaciones me dejó este inicio de temporada en resumen? Cariño. Muchísimo cariño por el personaje y su universo. Trabajo bien hecho. Ritmo adecuado, sin tropezones ni cambios bruscos. También espectacularidad. Matt Smith siendo el Doctor. Y sobre todo, sobre todo seis letras.
Seis letras que si son reflejo de lo que nos aguarda en este temporada… ¿Qué seis letras son? Bien, eso si puedo desvelarlo:
Miedo.
¡Nos leemos!
~Usagi~