martes, 23 de noviembre de 2010
¡HAPPY BIRTHDAY, DOCTOR!
Hoy, hace 47 años, se pudo ver por primera vez al hombre que figura en la ilustración que encabeza esta felicitación. ¿Que a cual me refiero? A todos. Siempre el mismo aunque su aspecto cambie. Siempre la misma tarea aunque su forma de comportarse cambie.
Y siempre, siempre, con un nunca acabado de explicar del todo amor por la Tierra y sus habitantes. Humanos y los que no lo son. A saber que le daremos.
47 años conociendo sus aventuras aquí en la Tierra. Y los que están por venir. Se puede celebrar de muchas maneras. Yo ya he escogido la mía. ¿Y vosotros?
~Usagi~
lunes, 22 de noviembre de 2010
What About Everything
Para mi, representa todo lo que es el Doctor: exotismo, aventura, peligro, tristeza, pero nunca, jamas, ni en sus peores sueños, perder las ganas de vivir. Espero que os guste.
~Usagi~
lunes, 15 de noviembre de 2010
"Who am i? I'm the Doctor!, don't you recognize me?"
Hoy quería compartir una reflexión acerca de un elemento que, por evidente, no había caído en él hasta ahora. Todo empezó hace unos días (el 6 de Noviembre) cuando estaba revisionando The Invasion. Hoy en día, todos los fans del Doctor tenemos asumida la realidad de la regeneración y los cambios que puede llegar a suponer. Y que el actor que sustituye al anterior puede llegar a tenerlo muy difícil para ganarse su lugar en el corazón de los fans. ¿Correcto?
Y en eso andaba, viendo al Doctor y a un highlander del siglo 18 enfrentándose a los Cybermen (los mondasianos) junto a una debutante UNIT, cuando me di cuenta. Sin duda, quien más difícil lo tuvo fue Patrick Throughton.
Pensad. El fuel primero que tuvo que convencer (dentro y fuera de la pantalla) a la gente que él era el Doctor. Que a pesar de que su aspecto había cambiado seguía siendo el Doctor. Que en el fondo y en realidad seguía siendo el mismo crononauta yendo de un momento a otro, entrometiéndose en el destino del universo. Muchas veces salvándolo. Otras, salvando a sus amigos o a aquellos indefensos frente a alguna particular amenaza.
Hoy muchos discuten que si Tennant esto o Matt Smith lo otro, que si Davison era demasiado diferente a Baker. Cualquier motivo es bueno para defender nuestra encarnación favorita. Pero paraos un momento a pensar. Cuando sucedió por vez primera, el concepto de la regeneración fue revolucionario. Hoy está asumido.
Throughton se enfrentó a muchas dificultades en su etapa como el más famoso gallifreyano, pero la detener que convencer a la gente de que él y Hartnell eran el mismo personaje, sin duda fue la mayor de todas. Tal y como yo lo veo, su trabajo como el Doctor fue primordial para establecer uno de los más básicos pilares de la mitología whoviana.
“Tío Patrick”, como yo le llamo, como actor, se enfrentó a un desafío como pocos se han visto en el mundo de la interpretación. Y yo como “sobrino” suyo, le estoy más que agradecido. Como más de uno debería de estarlo.
¡Nos leemos!
~Usagi~
miércoles, 10 de noviembre de 2010
¿Sabias que...
...las máquinas del tiempo dalek son bautizadas como DARDIS en el serial The Chase? Se desconoce e significado del nombre. Aunque lo más seguro es que sea una contracción de “Dalek TARDIS”.
~Usagi~
lunes, 8 de noviembre de 2010
Anywhere, anytime
Por cierto, la inserción ha sido desactivada en el video, pero podeis pinchar en el enlace sito bajo estas lineas para verlo. Pido perdon por las molestias.
miércoles, 3 de noviembre de 2010
Biblioteca Whoviana: The Clockwise Man
Esta novela posee el honorable honor (valga la redundancia) de ser la que inauguró la serie de obras originales en prosa basadas en la actual etapa de la serie. ¿Los protagonistas? El 9º Doctor y Rose. ¿La época? Londres, Octubre de 1924. La gente aun recuerda la Era Victoriana, y reina la conmoción política en la vieja Europa a causa de la Revolución Rusa de 1917.
La materialización de la TARDIS nunca jamás ha sido casual, y esta vez tampoco. La trama implica una serie de asesinatos, y a los múltiples y peculiares personajes refugiados en las estancias del Imperial Club: Sir George Harding, Lady Anna, Melissa Heart, Lord Wyse… una amplia selección de lo más común en la alta sociedad británica de principios del siglo 20. Sin ser miembro del Club, también el lector se topará con la misteriosa Dama Pintada, que oculta su rostro tras decoradas máscaras.
Justin Richards hace una muy buena labor dando el primer paso en las novelas de la etapa actual de la serie. A menudo, el lector creerá estar leyendo un típico whodunit británico. Y creedme. Hay una parte de la trama que no os voy a desvelar porque me dejó literalmente sin palabras cuando la leí. No me la esperaba, y eso es bueno.
Y, aunque lo parezca, esta no es una aventura puramente histórica. Aunque no voy a decir en que sentido, lo siento. Eso corresponde disfrutarlo al lector.
¿Ambiente? Se ve, se escucha a los personajes, cada uno con su voz. Se siente el calor de las chimeneas del Imperial Club. Se desea visitarlo hoy en día y buscar aquel sitio que, si leéis el libro, supuso uno de los escasos momentos de calma del Doctor en su vida. Los personajes… si tuviera que elegir, me quedaría con tres: la Dama Pintada (Painted Lady en el original), Repple y uno que no mencionaré por su importancia crucial en el desarrollo de la trama.
Por su fuerza, por su carisma y en el caso de uno de ellos por la melancolía que inspira y porque fue el único en realidad que me hizo preguntarme (y aun me pregunto) que fue de él tras los hechos narrados.
Para aquellos cuya lengua nativa no es el inglés, pueden estar tranquilos. Mr. Richards se expresa de manera clara, comprensible, y la lectura fluye sin tropezones ni baches que nos obliguen a interrumpir la lectura. De hecho, quien estas líneas escribe tuvo dificultades a la hora de abandonar el libro para realizar otras tareas más urgentes.
The Clockwise Man merece la pena. Es entretenida, podría ser sin problemas parte de la serie, y además… ¡tiene al 9º Doctor! ¿Qué más se puede pedir?
(Rose: 'I only kissed him.'
The Doctor: 'He's a boy.'
Rose: 'I thought that was what they were for.')
(-Solo le he besado.
-Es un chico.
-Pensaba que eso es para lo que son)
~Usagi~
lunes, 1 de noviembre de 2010
Serial Clásico (16): The Chase
Este serial es… Es MUY importante en la historia del Doctor. Uno de los más intensos a nivel de trama y emocionalmente hablando también. Si en Dalek Invasion of Earth se estableció el carácter expansionista de dicha raza de mutantes atómicos, en este se establece otro rasgo de importancia. Su consideración del Doctor como su Némesis particular. Y la capacidad de los habitantes de Skaro de viajar en el tiempo.
El serial hace honor a su nombre, creedme. Una persecución continua y sin pausa, de un lugar y época a otro. Incluyendo una muy, muy famosa embarcación humana. ¿Su nombre? Mary Celeste. También se pasan por el Empire State. Y en un sitio en el que ven vampiros, al monstruo de Frankenstein… El enfrentamiento final tiene lugar en Mechanus, donde los daleks se ven forzados a enfrentarse a los Mechanoids.
En ese planeta también encuentran a Steven Taylor, un piloto del siglo 24. El cual se muestra más que incrédulo respecto a la historia de nuestros crononautas favoritos.
Los daleks incluso crean un doble robótico del Doctor con la misión de, como ellos mismos dicen “infiltrar y destruir”. Y de hecho, casi mata a Viki a bastonazos. Al final… logran huir. Y aprovechando una DARDIS (una máquina del tiempo dalek), Ian y Bárbara, regresan a su época… dos años después de su desaparición en A Unearthly Child.
El Doctor, con muy buen juicio, les hace notar que han cambiado mucho (tanto en lo físico como en aquello que no lo es), y que no seria conveniente reaparecer con tan poca diferencia. Si la separación de Susan fue dura, esta colocó a quien esto escribe al borde las lágrimas. Los dos profesores de Coal High School siguen siendo mis dos compañeros favoritos. Los primeros que conocí, y les profeso un muy especial cariño.
¿Steven? Bueno, se coló en la TARDIS de polizón, medio muerto debido a la huida de los mechanoids… y nadie se dio cuenta de su presencia. Viki estaba demasiado alegre por los profesores. El Doctor… triste y a punto de llorar, esa es la verdad. Gruñón, arrogante, a veces peca de soberbio… pero con dos corazones de oro. Aqui teneis la prueba.
Como ya se sabe, la canción termina, pero la historia continua. Y en su siguiente escala, el Doctor habrá de lidiar con un capullo (no hay otra palabra, lo aseguro) como pocos se han cruzado en su camino. Pocas veces se ha visto al Doctor tratar con un metomentodo de tal calibre.
¡Nos leemos!
~Usagi~