Escribo estas líneas con la memoria aun fresca de lo que
vi hace solo un día. El especial de navidad de Doctor Who de 2012. Y
tranquilos. No, no habrá spoilers que estropeen el disfrute de la historia a quienes
aun no la han visto.
Para empezar... ah, los créditos iniciales. ¿Eso que se
llega a ver será permanente? ¿O puntual? La historia en si... es buena. Muy
buena. Si uno sabe algo de Historia Whoviana se dará cuenta enseguida de algo.
De algo increíble y maravilloso. Me ha encantado la historia, que diablos. Me encantaría
decir de todo sobre el especial. Pero no. No pienso estropear la sorpresa a
nadie. No seria justo.
Pero... caramba. Es que aun estoy flotando. Para mi, personalmente,
este especial ha sido todo un regalazo. Tiene momentos que son pura magia. Y ESE
momento. ESE momento en que se confirma algo que sospechaba. ¡Y no puedo decirlo!
¿Y los personajes? cada uno en su papel. Y hay uno que quizás
sorprenda. Digo «quizás» dada su naturaleza. Pero si se tiene en cuenta
precisamente eso... Yo le he cogido aun más cariño del que ya tenia. De los
actores, hay uno en concreto que no es la primera vez que se ve implicado en
una historia whoviana. Solo que esta vez lo hace de una manera harto, harto
peculiar.
Moffat además responde una pregunta que más de uno se ha planteado
a lo largo de los años. Desvela un misterio y plantea otro aun mayor. Y
mientras tanto, sabemos porque el Doctor es quien es y porque hay quien se dice
amigo suyo. Y sobre todo. Porque ganarse el serlo no es ni poca cosa... ni
agradable muchas veces.
Yo he quedado más que contento. Satisfecho y con una sonrisa
de oreja a oreja. Ahora toca esperar los capítulos nuevos.
Voy a necesitar algo que me tranquilice de aquí a que los estrenen.
~Usagi~