sábado, 27 de febrero de 2010

Descubriendo al Doctor, parte 2: un universo inexplorado




(sed buenos y dadme una alegría comentando, porfi, que mientras escribía se me borró ENTERO todo el párrafo dedicado al cerebro. Es lo que pasa por copiarlo al portapaples para moverlo de sitio... y por el camino despistarte y copiar otra cosa ENCIMA. Después de buscar inutilmente un programa para recuperar datos del portapapeles y de la rabieta de "me-niego-a-reescribirlo-porque-no-va-a-quedar-igual"... decidí que lo mejor era reescribirlo. Menudo trabajito me ha dado esto...)



Dijimos en el post anterior que haríamos más hincapie en la impresionante resistencia del Doctor en la segunda entrega, siendo las razones que gran parte de dicha resistencia está relacionada con su fisiología... que es de lo que nos vamos a ocupar hoy. Su fascinante fisiología le permite aguantar niveles de estrés y esfuerzo físico que volverían loco o directamente aniquilarían a cualquier humano (lo cual no significa que el pobre no sufra igual que nosotros). ¿Cuántas veces hemos visto al Doctor soportar niveles relativamente altos de dolor físico (ouch) que aterrorizarían a cualquiera de nosotros sólo con pensarlo? Descargas eléctricas, entes solares o tecnología que para cambiarte de especie te transforma de dentro a afuera son solo algunos ejemplos que demuestran su impresionante resistencia frente a la de un humano. No lo intenteis, es un consejo, a lo mejor no os sienta bien :P

Si ya dijimos que por fuera no había diferencias anatómicas, obviamente en un primerísimo vistazo tampoco las encontramos por dentro, ya que, por ejemplo, la estructura del esqueleto es exactamente igual... aunque con unas cuantas costillas extra, hasta contar 26. Eso así, de un primer vistazo. Que si nos ponemos a profundizar... Y es que el Doctor en sí mismo, como dije en la primera entrega, es un universo aparte que merece ser explorado. Pues sí, hoy nos vamos a embarcar en un viaje digno de películas como Viaje Alucinante o El Chip Prodigioso. ¿Os hace? Pues agarráos bien (y sacad la cámara los más morbosos), que hay turbulencias.



Empezemos la casa por el tejado, o mejor dicho, empezemos al Doctor por la cabeza ;)

Ver el vórtice temporal cuando eres niño y metértelo a la fuerza en tu cabeza así de golpe requiere una capacidad mental por encima de la media, de eso no hay duda, y aun así los hay que se vuelven locos *señala al Master*. Si ya nuestro cerebro es complejo, no digamos el de un Señor del Tiempo. Tener una zona totalmente dedicada a funciones biológicas permite al resto del cerebro, que no es poco, ocuparse de muchas más cosas. Por eso el Doctor es tan manitas y tan bueno con los cálculos. Superdotado es un término que le queda corto. Y con semejante hiperactividad neuronal, tiemblo al pensar en su corriente de pensamientos: el Ulysses de James Joyce se queda en un folletín comparado con lo que pasaría por su cabeza en tan solo un segundo. Además, mucho más útil es poder "separar" ambos hemisferios y dedicarse a varias cosas al mismo tiempo. Ya quisiéramos más de uno ser capaces de hacer algo así.

El Doctor ha mostrado poseer cualidades telepáticas con los suyos, aunque también con los humanos, necesitando una mayor concentración e incluso contacto físico; todos tenemos en la cabeza la imagen del Doctor con la cabeza de alguien entre sus manos de para poder leer su mente, como ocurrió con Reinette (The Girl in the Fireplace). Mediante este proceso el Doctor también puede aliviar estados de locura o hipnosis (The Shakespeare Code) o incluso borrar la memoria, como es el caso de Donna (Journey's End). Usando este mismo procedimiento, el Master pudo compartir sus pensamientos con el Doctor (The End of Time) y hacerle "oir" sus famosos tambores. A veces esta capacidad cerebral no es una ventaja: tener una memoria privilegiada conlleva revivir claramente imágenes de lo mejor pero también lo peor que ha vivido, eso sin contar lo que está por venir, y el don telepático hace que escuche continuamente la tristísima canción de los Ood (Planet of the Ood). Pobre Doc.



Creo que no debí ver eso... (The Girl in the Fireplace)


Lógicamente, teniendo en cuenta su enorme capacidad, el tamaño del cerebro es mayor que el nuestro, pero curiosamente, no existen diferencias en el tamaño del cráneo... ¿Será el Doctor "bigger in the inside", como la TARDIS? ;)



Y como nota curiosa, ¿qué decir de esa relación casi "simbiótica" con la TARDIS, que ya de por sí podemos decir que está viva? El nombre de Señores del Tiempo es por algo ;) Por decirlo de forma simple y un poco exagerada, podríamos suponer que parte de su biología está "hecha de tiempo".


Dejando de lado la mente, y hablando de nuevo de la resistencia física, no es raro ver al Doctor sin abrigo con su compañera de turno abrigándose para no morir congelada, o sudando la gota gorda mientras que él anda como cualquiera por una playa en un día de clima suave. Y es que el Doctor puede resistir temperaturas de lo más extremas: recordemos The End of the World y el extremo calor que consume en fuego a Jabe mientras él consigue salvar al resto de tripulantes, o cuando en 42 le pide a Martha que le congele para "matar" el ente solar que se le ha metido dentro. Y pasearse por un planeta nevado con su ropa de siempre es coser y cantar para el Doctor (The End of Time).


Y hablando de temperaturas: la temperatura corporal de nuestro Doc es de nada menos que ¡16! grados, más del doble por debajo de la nuestra, que rondará los 36/37º. Sé qué os estaréis preguntando: con esa "tradición" de coger a las compañeras de la mano, ¿cómo es que ninguna se ha dado cuenta de semejante diferencia de temperatura? La explicación parece estar en que hablamos de una temperatura "interna", mientras que la "externa" es más parecida a la nuestra. No intentéis buscarle sentido: es alienígena.



Y a pesar de todo Rose nunca dirá: "Doctor, tienes las manos heladas".
¿A que nunca lo ha hecho nadie? (The Christmas Invasion)




Y por si todo esto fuera poco, el Doctor y todos los de su raza pueden sumirse en un estado parecido al coma durante el cual sanar alguna herida no mortal pero sí grave (nadie se lo preguntó antes de intentar anestesiarlo, pobre Doc). También le sirve culminar con éxito una regeneración especialmente complicada, como fue el caso del Décimo Doctor (The Christmas Invasion), pero también del Quinto (Castrovalva). Y esto no es todo: durante esta especie de letargo reducen de tal manera la frecuencia cardíaca que pueden engañar al mejor de los médicos haciéndoles creer que se ha detenido (!) y fingir una muerte aparente, lo cual es de lo más útil para sortear al enemigo. Los Señores del Tiempo aprenden este curioso truco desde que son niños (!!) Qué cosas más curiosas aprenden en las academias... Ya me imagino yo al Master y al Doctor de enanos jugando a ver quién se finge muerto durante más rato...

Y ya que hablamos de corazones, he ahí la característica más conocida y característica del Doctor: dos corazones. Y no es porque tenga mucho amor que dar. Con ellos llegamos al centro, nunca mejor dicho, de este viaje a su universo interior.




Damas y caballeros, un sistema circulatorio binario en todo su esplendor. (Dalek) *


*
Ya sé que suena a "código binario", pero es lo que dicen tanto en inglés como en español en ese episodio... Pensé que Van Statten directamente es idiota y no se le ocurría otra manera de decirlo, pero en The Rise of the Cybermen también lo dicen, así que es correcto. Estoy tan acostumbrada a asociar binario a los 0 y 1 que no me entra en la cabeza que bi- significa dos/doble... Por cierto, los que podáis echarle un vistazo a la escena, tened en mente los famosos tambores que escucha el Master y decidme si los corazones no suenan E-XAC-TA-MEN-TE I-GUAL. Toma pista no intencionada con tres temporadas de adelanto XD



No voy a entrar en una de las discusiones favoritas entre los Whovians: si los dos corazones son naturales o sólo los poseen ciertos habitantes de Gallifrey, es decir, los llamados Señores del Tiempo, ni mucho menos sacaré el tema de la maldición de Pythia y que los nacidos mientras duró sólo tenían un corazón al principio, que todo eso todavía me tiene la cabeza dando vueltas... Directos al grano: sabemos que el Doctor tiene dos, como otros Señores del Tiempo conocidos a lo largo de la serie, que es lo que nos interesa, y listos.


Antes hablábamos de la enorme resistencia del Doctor, y gran parte del mérito lo tiene el tener dos corazones. Lógicamente esto le permite aguantar mucho más tiempo antes de fatigarse, ya que con un sistema circulatorio más eficiente está más preparado para el esfuerzo físico y su complejísimo entramado metabólico de consumo de oxígeno y demás parafernalia (qué mérito va a tener el que haya entendido lo que he dicho). Como un atleta de élite, pero mejor.

Los dos corazones no son solo la clave de su resistencia, sino que posiblemente lo son también de su longevidad, e incluso de su capacidad de regeneración. A lo largo de la serie muchas veces se ha comentado que su destrucción supondría la incapacidad para regenerarse y por tanto, mejor que se despida de la existencia. Esto quedó bien claro en Forest of the Dead, cuando la profesora River Song se sacrifica recibiendo ella la descarga eléctrica del ordenador para evitar que el Doctor lo hiciera y literalmente quemara sus corazones en el proceso.



Una imagen de rayos X mostrando los dos corazones.
¿Doble exposición? ;) (Doctor Who: The Movie)





El Doctor despierta el interés ciéntifico de una cardióloga como Grace
(y señoritas, ya que estamos, no neguemos lo evidente:
el no-científico también) (Doctor Who: The Movie)



Tener dos corazones volvería loco a cualquier médico terrestre: en situaciones extremas, la frecuencia cardíaca (bueno, frecuencias) puede parecer exageradamente rápida e irregular, como ocurre en Doctor Who: The Movie, lo que les obliga a intentar solucionarlo con cirugía (y de paso, provocar que nazca el Octavo Doctor). Aunque pensándolo bien, la confusión es totalmente lógica: nuestra maquinaria médica sólo está preparada para monitorizar uno, con lo que no es de extrañar que confunda los dos con uno solo y "sume" las frecuencias.

Obviamente, el pulso resultante de tener dos corazones debe ser muy raro de sentir al tacto, y si no, que se lo pregunten a Turlough.




Esa expresión de extrañeza es perfectamente normal
si intentas tomarle el pulso al Doctor. (The Five Doctors)



Cosa curiosa, el Doctor puede seguir vivo cuando uno de los corazones dos se ha parado, aunque visiblemente debilitado; Rose pudo comprobarlo durante el letargo que siguió a su regeneración (The Christmas Invasion). Y más adelante en sus aventuras, un de nuevo falto de fuerzas (y muy irritable) Décimo Doctor se pregunta tras el incidente con las Carrionites cómo pueden los humanos vivir con uno sólo, y sin embargo, al Octavo Doctor en una de las novelas (y no entro en si es canónico o no, que eso ahora importa poco) le extirpan uno (no preguntéis...) y vive bastante tiempo como un humano cualquiera... ¡Parece que la discontinuidad no perdona ni a la biología! ;) Una cosa si está clara en todo caso: de producirse parada cardiorrespiratoria completa cada uno necesitaría una reanimación independiente. ¡Uf, eso debe cansar al que la practica! Podemos preguntárselo a Martha, aunque en su caso no pueda ayudarnos mucho; el hospital entero se estaba quedando sin oxígeno y eso ya de por sí agota a cualquiera ;)




Dos corazones, doble reanimación. Lógica pura. (Smith and Jones)
¿Por qué demonios Tennant está sexy hasta muerto? XD



Sigamos viajando. La lógica manda que un sistema circulatorio tan complejo se combine con un sistema respiratorio igual de eficiente. Fijo que esto está relacionado con las costillas extra. Aunque aún no tengo demasiado claro qué quiere decir eso de un doble sistema respiratorio, lo que es seguro es que le permite sobrevivir a un estrangulamiento y pasar más tiempo sin aire: al Quinto Doctor le hemos visto hasta sobrevivir un buen rato sin escafandra en el espacio exterior, y en la novela The Clockwise Man el Noveno Doctor aguanta largo rato debajo del agua, aunque al final por supuesto le haga falta oxígeno como a cualquier ser que respire.

¡Pero esto no es todo! En una de las novelas del Octavo Doctor, un personaje, tras un rápido escaner, apunta "Not a human at all. Two hearts, very odd arrangement of haemoglobin and some other internal organs whose origin or purpose I wouldn't like to guess at" (Placebo Effect). Mi imaginación no llega ni a tener una mínima idea de a qué podía referirse ni para qué pueden servir, estoy demasiado habituada a la biología terrestre, aunque algunas fuentes apuntan a que también tiene dos... hígados. Mal pensados ;)



Y si el mundo de los órganos internos ha sido complicado, en cuanto a bioquímica es mejor no hablar... Grace lo deja claro cuando analiza una muestra al microscopio: "esto no es sangre" (Doctor Who: The Movie). Aunque al menos en algo se parece: también es roja. Bromas aparte, si también metaboliza el oxígeno, en algo se debe parecer a la humana. Sin embargo, la buena de Grace tiene razón: no posee diferencias en tipos como la nuestra (A, B y demás), e incluso algunas fuentes apuntan a que es ligeramente más oscura e incluso ligeramente "anaranjada"... Si esto es cierto, nadie en el hospital pareció extrañarse. ¿"Discontinuidad canónica" como siempre o simple despiste?



Relacionado con la bioquímica tenemos, por supuesto, todo un mundo de sustancias y demás "maravillas de la química" externas al propio Doctor. No hay constancia de que no tolere ninguno de nuestros alimentos; le gusta mucho el té (con dos de azúcar, por favor), por no hablar de los plátanos (¿será por la necesidad de una doble dosis de potasio? ;D). Lo complejo y curioso llega con el resto de sustancias. En una ocasión, el Décimo Doctor absorbe toda la radiación de una máquina de rayos-x... dejándola salir luego por un pie (Smith and Jones). Pues sí, nuestro Doc puede resistir diversos tipos de radiación; de hecho, él mismo ha apuntado que les hacen jugar de niños con ella para "inmunizarlos", aunque otros tipos de radiación son tan peligrosas para él como lo son para nosotros (¿debo recordar The End of Time, o no hace falta?).




Intentad hacer esto, humanos, bwjajaja (¿contáis las 26 costillas o soy la única
friki que lo ha hecho?)





Sólo el Doctor es capaz de absorber radiación sin pestañear...




...y sacarla fuera a través de un pie. (Smith and Jones)



La anestesia, según ha quedado claro en Doctor Who: the Movie, no le hace efecto; una gran dosis sólo le dormiría por unos segundos, aparte de resultarle tóxica; teorizo que quizá es esa una de las razones que "lo mata"... y lo deja amnésico y vulnerable, para coronar. Ah, y apuntad la receta para salvar al Doctor de un envenenamiento por cianuro: cerveza de jengibre, anchoas, nueces y un susto.... un beso inesperado sirve (The Unicorn and the Wasp).

La gran ironía: una simple aspirina puede matarle. Así de fascinante es la bioquímica.

Otros venenos, mayoritariamente extraterrestres, son igual de nocivos para ambas formas de vida; que se lo digan si no al Quinto Doctor, que sucumbió (aunque no tan rapidamente como un humano) a los efectos letales del "Spectrox" (The Caves of Androzani). Hablaremos más sobre qué efectos puede causar haber sido envenenado antes de regenerarse en la siguiente y última entrega, relacionada con la fascinante pero compleja, aunque pueda resultar simple, regeneración...

¡Nos vemos allí! Y traed un armario bien repleto, nunca se sabe qué gustos puede tener el Doctor vistiendo ;)


~Noe Izumi~


Agradecer a la Tardispedia y al manual de rol Adventures in Time and Space toda la información necesaria para redactar este ladrillo. Perdón si os he causado dolor de cabeza. Aprovechad que vosotros si podeis tomar aspirina ;)

Imágenes:
todas las imágenes de este post son de una servidora, capturadas con paciencia de los DVD.


viernes, 26 de febrero de 2010

Audioteca Whoviana: Storm Warning


El 8º Doctor, a pesar de su única aparición audiovisual ha tenido y tiene una vida larga, fructífera y aventurera en el Whoniverso expandido. Y Big Finish ha ayudado y no poco a la biografía de nuestro Señor del Tiempo favorito. Aparte de su colección dedicada (de la cual hablaremos en el futuro), también aparece en la colección mensual. De hecho, su primera aventura en audio fue en la misma, en la entrega nº 16. Y de ella vamos a hablar hoy. Sin más…


Menuda manera de empezar. Esta aventura se desarrolla durante un suceso histórico, real y catastrófico: El vuelo inaugural de la Nave Aérea de Su Majestad R101 el 5 de Octubre de 1930. Cuando sobrevolaba Francia, se estrelló durante una tormenta. La perdida de vidas sobrepasó a la del accidente del Hindenburg.


Hasta aquí la historia. La conocida, porque todos los whovianos sabemos que si el Doctor está de por medio puede que la realidad sea algo diferente a la que conocemos. Empezando por la presencia del Doctor. Un misterioso pasajero que no sale de su camarote… y un Vortisaurio. Una forma de vida propia del Vórtice.


No voy a desvelar más hechos concretos de la trama, pero si voy a decir que si a los años 30 y los dirigibles les sumamos trama de espionaje y el Doctor más un “ingrediente secreto”…


No es la mejor historia del 8º Doctor, ni la mejor contada. Pero es buena, es un buen comienzo. Tiene todo lo que se le puede pedir a una aventura (y una aventura de ambiente histórico terrestre añado) de este particular Señor del Tiempo: Su misterio, sus elementos desconocidos/olvidados por la historia oficial. Por tener, tiene hasta una nueva compañera.


La primera vez que la escuché además fue en la BBC Radio 7, de casualidad, porque ni sabía que se fuera a emitir. Como un oyente cuya lengua nativa NO es el inglés, tengo que agradecer a todos los actores que participan en la obra su magnífica vocalización. Hay partes, aun así, que he tenido que escuchar dos o tres veces para terminar de entenderlas. En parte por mí. Y en parte porque son escenas con mucho ruido ambiental y cuesta oír lo que dicen los personajes.


En resumen, Storm Warning es buena y merece la pena el escucharla. El primer paso en las Nuevas Aventuras del 8º Doctor. Os divertirá, os emocionará, os llevará a lugares más allá del horizonte. Viviréis a su lado aventuras que os harán estallar de asombro. Conoceréis personajes y lugares insospechados. Viajareis codo a codo con el Doctor.


¡Nos leemos!


~Usagi~

sábado, 20 de febrero de 2010

It's About Time...



A ver quien es el guapo que adivina esa cara del final... Pedazo de homenaje a cierto elemento de la etapa clásica (lo cual me hace sospechas ciertas cosas...) y a una siniestra aventura del 3er Doctor

~Usagi~

jueves, 18 de febrero de 2010

Audioteca Whoviana: The Sirens of Time


AVISO: Este texto puede contener spoilers sobre el desarrollo de la obra. Quien avisa no es traidor. Si quiere mantener el disfrute y la sorpresa, el lector sigue por su cuenta y riesgo.


Todo buen whoviano conoce Big Finish. Una pequeña compañía cuyo producto estrella son los audio dramas (o teatro radiofónico, como gustéis de llamarlo). Sobre todo, su amplísima producción dedicada al Whoniverso. En su momento ya dediqué un artículo a la compañía, y a él os remito a través de este enlace.


Porque hoy lo que nos ocupa es la primera entrega de la serie mensual dedicada al Doctor. Como se puede ver en la carátula es una historia con varias encarnaciones protagonizándola. ¿Y como iniciar la que es una colección dedicada a un icono cultural como el Doctor? Con algo espectacular.


Gallifrey se enfrenta a un enemigo que les sobrepasa. Tres encarnaciones del Doctor (el 5º, el 6º y el 7º) esparcidas por el continuo espacio tiempo se enfrentan a otro enemigo que pretende matarle. A todas las encarnaciones implicadas. Y además están las Sirenas del Tiempo. Unas entidades que se alimentan de… no, no lo voy a decir.


Pero si diré que no se llaman “Sirenas” por nada. Y que el Doctor mete la pata de una manera que la primera vez que lo escuché me hizo jurar en todos los idiomas conocidos y por conocer. No porque se dejara engañar de esa manera. Si no por las consecuencias. Claro, cuando se da cuenta de lo que pasa (y me refiero a las tres encarnaciones implicadas) es cuando todo se pone realmente interesante.


Si una sola encarnación del Doctor ya puede hacer lo que puede hacer… Imaginad tres persiguiendo el mismo fin. Y que tres.


¿Y los actores? Davidson, Baker y McCoy (parece una firma de abogados, ¿no?) están en su papel. Son el Doctor. Son ese individuo de rostro cambiante que salva la galaxia una y otra vez. Como alguien cuya lengua nativa no es el inglés he de decir que además se agradece que todo el reparto (y creedme, son bastantes voces) vocalice de manera clara, incluso cuando hay escenas de discusión o enfado.


No voy a presumir. Hay partes que tuve que escuchar un par de veces para entenderlas del todo bien. Pero es parte del disfrute. Y siendo prácticos, siempre será más divertido mejorar la capacidad de escucha con esto o programas de radio normales que no con libros y audios de académicos.


Diversión es lo que aguarda cuando pongáis en marcha vuestro reproductor de CD (o MP3, también están disponibles en descarga). Una historia que es un magnífico comienzo de una serie que, personalmente, me fascina. Como fascinará a todo aquel que la escuche. De verdad, es buena y merece la pena.


Y en la próxima entrega de la Audioteca Whoviana daremos un salto de varias entregas para presentaros a una de mis encarnaciones favoritas. Pero cuidado, hay aviso de tormenta.


¡Nos leemos!


~Usagi~

sábado, 13 de febrero de 2010

Makers of Who?: Verity Lambert


Junto con Sydney Newman, Verity Ann Lambert es quizá la segunda figura fundacional más importante de Doctor Who.

Nacida en 1935, la vida profesional de Verity en el mundo televisivo británico fue un desafío constante a convenciones de la época. Al inicio de su carrera la presencia de mujeres en el mundo profesional de la televisión detrás de las cámaras era escaso, por no decir inexistente. Y he aquí que nos encontramos a una joven londinense que consigue ascender hasta convertirse no solo en la productora televisiva más joven en el departamento de drama de la BBC, sino además en la única mujer en un puesto de ese nivel.

Sus inicios fueron humildes, comenzando como secretaria en Granada Television (curioso e hispano nombrecito para un canal del Noroeste de Inglaterra y la Isla de Man). Tras solo 6 meses daría el salto a la ABC, una vez más como secretaria pero no tardaría en demostrar su buen hacer y pasar de labores administrativas a labores de producción en el departamento de drama del canal. Dejaría la ABC en 1961 para hacer las Américas pero no tardó en volver al canal, buscando ser directora… ambición frustrada al verse de nuevo asignada a una posición de asistente de producción.

Fue entonces cuando dio el salto a la BBC… aquí es cuando la cosa se pone interesante.

Recordemos que Sydney Newman dejó la ABC en 1962. Pues bien, Verity no tardó en seguirle y Sydney la ‘reclutaría’ para ser la persona responsable de impulsar su nuevo proyecto: Doctor Who. Siendo francos, debemos decir que Verity Lambert no fue la primera opción de Newman (los dos primeros productores con los que habló declinaron el proyecto), pero en cuanto ésta puso pie en la BBC, Sydney supo que no tendría mejor oportunidad ni mejor productora posible, conociendo ya la experiencia de ella en sus años en la ABC.

La BBC no puso mucho obstáculo a que una mujer fuese la líder de producción de uno de los programas del canal. Y menos cuando el programa en cuestión era un experimento de ciencia-ficción educativa protagonizado por un personaje anciano viajero del tiempo en un cacharro más grande por dentro que por fuera. Una rareza, algo inusual. Los ejecutivos de la cadena, no le auguraban mucho más de 13 semanas de vida a la nueva serie…

… la ironía a veces se ensaña con gente así.


En fin, la cuestión es que Doctor Who arrancó con Newman y Lambert al timón. Como ya mencionamos en el articulo dedicado a Sydney no tardarían en surgir algunas diferencias creativas: Él quería mantener el show como un vehículo educacional sin “bug-eyed monsters” propios de la ci-fi barata. A esta postura de Newman se unió el superior de Lambert, Donald Wilson (el Head of Serials de la BBC en la época) cuando Verity decidió aprobar para la serie un guión de Terry Nation que contaba, precisamente, con “bug-eyed monsters”.

Solo que los “bug-eyed monsters” en cuestión parecían mas bien saleros, se llamaban Daleks y su aparición ya en el segundo serial de Doctor Who catapultó a la serie a la fama y al éxito de público. El que Verity hubiese apoyado la historia de Nation desde el principio reforzó su posición como productora a raíz del éxito que supuso el serial.

Verity se mantendría al frente de la producción de Doctor Who durante dos años dejando la serie en 1965. Como ella ha dicho ya en repetidas ocasiones, no es que no le gustase la serie pero consideraba necesario que entrase gente con propuestas nuevas para evitar estancamiento. En los años posteriores a su labor en Doctor Who volvería a colaborar con Sydney Newman en la BBC produciéndole Adam Adamant Lives!, sería referenciada en un sketch de los Monty Python de 1969, dejaría la BBC para unirse a la London Weekend Television para luego dar el salto a Thames Television y a Euston Films, hasta crear su propia productora, Cinema Verity en 1985, aunque llegaría a trabajar como freelance incluso fuera de su propia compañía volviendo a producir para la BBC y otros canales.

En 2002, Verity Lambert sería nombrada Oficial de la Orden del Imperio Británico por sus servicios a la producción de cine y televisión del Reino Unido. Además, en ese mismo año recibiría un BAFTA honorífico a toda su carrera.

El cancer se la llevaría un 22 de noviembre de 2007. Su fallecimiento se anunció al día siguiente coincidiendo con el 44 aniversario de la primera emisión de Doctor Who. El Especial Navidad de ese año, Voyage of the Damned, está dedicado a su memoria.


~Kraken~

miércoles, 10 de febrero de 2010

¿Sabias que...


Posible descendiente del Brigadier... O no, quien sabe.

…el primer papel de Nicholas Courtney en Doctor Who NO fue el Brigadier? Antes interpretó a Bret Vyon, agente del Space Security Service en The Daleks Master Plan.


~Usagi~

jueves, 4 de febrero de 2010

Un poco de humor animado








Su canal merece la pena, no dejeis de echarle un vistazo. ¡No deja títere con cabeza! Yo me he partido de risa.

lunes, 1 de febrero de 2010

Serial Clásico (7): The Sensorites


Tras su aventura en pleno imperio azteca, la tripulación de la TARDIS se ve desplazada a un momento y lugar bien diferentes. Y tan o mas peligroso. Yo diría que incluso más. Todo comienza cuando la TARDIS se materializa en el interior de una nave espacial humana. ¿Y que se encuentran? Tomad nota:


La nave no puede abandonar la orbita de la Sense-Sphere. Uno de los tripulantes esta desquiciado de manera casi absoluta a causa de los Sensorites, los habitantes del planeta que orbitan. Una raza de telépatas no humanos que impide que la nave abandone el sistema por una razón.


Temen a los humanos. La nave era una de prospección mineral. Y el planeta de los Sensorites es muy rico en molibdeno. Debido a un encuentro previo con una expedición humana no se fían en absoluto. No deseo narrar con absoluto detalle la trama del serial (son 6 capítulos, además), eliminaría el disfrute.


Pero si diré algo. Este serial es notable debido a dos detalles: Primera mención de las capacidades telepáticas de la raza del Doctor (no se les nombraría hasta mucho después). En concreto, Susan resulta ser una telépata especialmente fuerte, lo cual atrae a los habitantes de la Sense-Sphere. Y… ¿Conocéis esa frase que dice “The sky burns orange”? Es Susan quien la pronuncia, mencionando por primera vez su planeta natal. Aunque sin revelar su nombre.


Este serial para mi además es importante porque revela que no por ser no-humano un pueblo tiene que ser un único bloque unido y cohesionado. Las intrigas, rencillas y desacuerdos no son patrimonio exclusivo de los humanos. Y en todas partes hay gente buena, gente mala y gente peor.


¿Por qué lo digo? Bueno, el líder de los Sensorites es razonable y quiere arreglarlo todo de manera pacifica. Pero hay un miembro del gobierno cuya idea es más simple. Y no voy a insultar vuestra inteligencia diciendo cual es.


El Doctor en esta ocasión (y por favor, tened en cuenta la época de emisión original) tiene que esforzarse a fondo. Sobre todo cuando se da cuenta de que hay otro problema en la superficie del planeta. Uno de origen más que humano (¿Recordáis esa expedición anterior que mencioné?).


A mi es una historia que me gustó. Tiene ese sabor que te hace recordarla porque siempre hay algún detalle que te llega a la memoria. No es mi favorita, pero si es una historia redonda y que se disfruta. A mí en concreto, a partir de cierto momento me mantuvo en vilo porque muchos personajes no saben que hace el resto del reparto.


Y todos o hacen cosas que pueden tener graves consecuencias; o, como en el caso de dos concretos, no se enteran de casi nada y uno se desespera porque podrían hacer mucho.


Pero claro, entonces no tendría tanta gracia.


Y el mes que viene volveremos a la Tierra, a una época y lugar nada recomendables. ¿Os suena El Reino del Terror?


¡Nos leemos!


~Usagi~